COITUS INTERRUPTUS
Uno de los métodos anticonceptivos más utilizados y el menos eficaz es el Coitus Interruptus que consiste en retirar el pene de la vagina cuando el hombre percibe que va a eyacular para hacerlo fuera de la misma. No es un método confiable, además antes de eyacular el hombre expulsa un líquido preseminal segregado por las glándulas de Cowper que puede contener espermatozoides suficientes para lograr el embarazo. Por otro lado una falta de control en el momento de la eyaculacion es muy probable y el semen podría quedar instalado en la vulva y de allí pasar al aparato reproductivo de la mujer ocasionando el embarazo.
No podemos negar que utilizar este método es muy barato (se ahorra en condones pero un embarazo es muchísimo mas caro); el pretexto de muchos es que sienten más placer ya que los condones restan sensibilidad sin embargo la el látex con el cual se fabrican los condones es sumamente delgado y ultra sensible. Usar condones tiene sus desventajas: puede distraer a la persona mientras lo coloca; en caso de no haber tomado previsiones tener que salir a comprarlo (por lo cual podríamos llamarlo también un coitus interruptus) pero tiene grandes ventajas ya que protege de embarazos no deseados y del contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Además de la alta posibilidad de embarazo el hecho de tener que pensar en retirarse antes de eyacular puede ser un elemento perturbador en la relación sexual, ambos deben estar pendientes de la eyaculación en lugar de disfrutar el acto sexual con libertad y sin presiones, lo cual causa insatisfacción y malestar.
¿Podría justificarse el uso de este método anticonceptivo en personas de pocos recursos que no pueden acceder a otros métodos o para protegerse de cualquier posible efecto secundario de otros métodos anticonceptivos, sobre todo los hormonales? El gobierno debería hacer más accesibles otros métodos anticonceptivos incluyendo los condones.
A la hora de decidir por un método anticonceptivo, más que pensar en el placer y el ahorro de dinero debemos pensar en las consecuencias de un embarazo no deseado y el coitus interruptus casi seguro garantiza el embarazo.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
http://sexologosonline.blogspot.com
La educación para la sexualidad libera a las personas de mitos y errores de concepto que limitan su sexualidad e impiden su disfrute. Hablar de sexualidad se torna más fácil conforme se va profundizando en el tema...
27 jun 2011
6 jun 2011
MALTRATO VERBAL
Las personas utilizan formas de comunicación que han aprendido ya sea en su casa, en la escuela, con los amigos, con sus parejas, las cuales, por lo general, han resultado exitosas para expresar sus opiniones, juicios, emociones, deseos, sentimientos, sin embargo no siempre las formas de comunicación que utilizamos son las más apropiadas en una relación de pareja.
Así tenemos parejas que constantemente se maltratan, insultan, se envían indirectas pero siguen juntas, en una relación de violencia verbal que puede ser sutil o abiertamente directa y que incomoda a los demás cuando la perciben.
Esta comunicación agresiva es una violencia psicológica que tiene como objetivo disminuir a la pareja tratando de hacer que se sienta inferior y que piense que no sirve para nada, peor aun se mencionan las deficiencias sexuales. La pareja agredida puede responder con el silencio, generando un resentimiento profundo o bien engancharse en una respuesta igual de agresiva y violenta que hará más grande la brecha entre ambos.
El agresor probablemente es inseguro, emocionalmente inestable, con una baja autoestima, con un manejo apropiado de respuestas verbales capaces de aplastar y destruir al oponente al tratar de sentirse superior y por encima de su “víctima”.
El resultado de esta forma de expresión debilita la relación de pareja y hace irreversible el rompimiento. El maltrato verbal, además de ser generador de malestar, afecta a los demás miembros de la familia y los hijos pueden repetir estos mismos patrones cuando sean adultos. Hay mujeres que agraden verbalmente a sus parejas acusándolas de un pobre desempeño en la cama: Utilizar el comportamiento sexual como forma de insulto o sarcasmo es un golpe bajo en una discusión de pareja y debe tratar de evitarse porque general resentimiento.
Tomar conciencia de la forma que expresamos nuestra molestia en las discusiones con nuestra pareja así como tratar de no herir ni ofender evitará consecuencias nefastas en la relación; debemos saber ponernos en el lugar del otro, así sentiremos los que los demás sienten al ser víctimas de la violencia verbal y psicológica. Si no es capaz de hacerlo por sí mismo busque ayuda terapéutica.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
http://sexologosonline.blogspot.com
Así tenemos parejas que constantemente se maltratan, insultan, se envían indirectas pero siguen juntas, en una relación de violencia verbal que puede ser sutil o abiertamente directa y que incomoda a los demás cuando la perciben.
Esta comunicación agresiva es una violencia psicológica que tiene como objetivo disminuir a la pareja tratando de hacer que se sienta inferior y que piense que no sirve para nada, peor aun se mencionan las deficiencias sexuales. La pareja agredida puede responder con el silencio, generando un resentimiento profundo o bien engancharse en una respuesta igual de agresiva y violenta que hará más grande la brecha entre ambos.
El agresor probablemente es inseguro, emocionalmente inestable, con una baja autoestima, con un manejo apropiado de respuestas verbales capaces de aplastar y destruir al oponente al tratar de sentirse superior y por encima de su “víctima”.
El resultado de esta forma de expresión debilita la relación de pareja y hace irreversible el rompimiento. El maltrato verbal, además de ser generador de malestar, afecta a los demás miembros de la familia y los hijos pueden repetir estos mismos patrones cuando sean adultos. Hay mujeres que agraden verbalmente a sus parejas acusándolas de un pobre desempeño en la cama: Utilizar el comportamiento sexual como forma de insulto o sarcasmo es un golpe bajo en una discusión de pareja y debe tratar de evitarse porque general resentimiento.
Tomar conciencia de la forma que expresamos nuestra molestia en las discusiones con nuestra pareja así como tratar de no herir ni ofender evitará consecuencias nefastas en la relación; debemos saber ponernos en el lugar del otro, así sentiremos los que los demás sienten al ser víctimas de la violencia verbal y psicológica. Si no es capaz de hacerlo por sí mismo busque ayuda terapéutica.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
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