6 oct 2013

¿INAPETENCIA SEXUAL?

¿Por qué no deseo tener relaciones sexuales si me llevo bien con mi pareja, hay amor entre nosotros y tenemos muchas cosas en común?  Uno de los motivos frecuentes en la consulta sexológica es el bajo deseo sexual, también llamado pobre deseo sexual, deseo sexual inhibido, frecuencia de funcionamiento excesivamente baja o anorexia sexual.  La característica básica de esta disfunción es la poca o casi nula actividad sexual, ya sea individual o en pareja, es decir, ausencia de cualquier tipo de interés sexual.  El paciente no inicia ninguna actividad que lo pueda llevar a un contacto sexual porque no le provoca  hacerlo. Esta disfunción sexual se ha incrementado en los últimos tiempos independientemente del sexo y la edad de las persona. 
Las causas psicológicas del origen de esta patología pueden ser múltiples, siendo la falta de información sexual una de las principales.  La ausencia de intimidad, carencias afectivas, educación represiva, experiencias sexuales poco o nada placenteras, desconocimiento del propio cuerpo, baja autoestima, educación represiva, miedo a experimentar, rutina y monotonía e infidelidad, entre otros, influyen en el comportamiento sexual y pueden originar la disminución del deseo sexual.
Pero también existen causas orgánicas que disminuyen el deseo sexual: enfermedades, depresión, disfunciones sexuales en uno o en ambos miembros de la pareja, consumo de algunos medicamentos, hipertensión, hipotiroidismo, desbalances hormonales (estrógenos, testosterona).  A esto se puede añadir el estrés de la vida cotidiana, los problemas económicos así como las exigencias socioculturales en relación al desempeño sexual del hombre y de la mujer.  Algunos pacientes reportan que de haber acudido a terapia sexual cuando estaban casados es muy probable que no se hubieran separado. 
Generalmente es uno de los miembros de la pareja es el que presenta la disfunción y el otro recurre al auto ejercicio de la función sexual, satisfaciéndose a sí mismo. Una vez instalado el cuadro se generan una serie de eventos que van minando la relación, creando molestias y resentimientos, inconvenientes que pueden terminar en la ruptura de la pareja, a menos que tomen conciencia de lo que está sucediendo y ambos hagan algo al respecto. 
Las técnicas psicosexuales son muy efectivas en el tratamiento del bajo deseo sexual de origen psicológico y deben centrarse en la re-educación en materia de sexualidad,  la comunicación, cogniciones negativas hacia la sexualidad, entrenamiento asertivo, manejo sensorial y entrenamiento en destrezas y habilidades sexuales.
Dedicar tiempo para la intimidad, erotizarse uno mismo y a su pareja, prolongar los previos, demostrar afecto, fantasear, incorporar nuevos elementos en la actividad sexual (juguetes y  sexuales) y realizar ejercicio físico, son factores que pueden incrementar el deseo sexual. Si esto no resulta no hay duda que es indispensable acudir a un especialista en terapia sexual.
Pedro Rondón Navas
Cel. 955885337
Facebook: Pedro Rondón Sexólogo-Magister

Twitter: pedrondonavas