31 ene 2011

SEÑORA, PARA USTED TAMBIEN HAY CONDONES

Sí, ustedes también tienen una opción, que al igual que el condón de los varones, es el único método que sirve para prevenir embarazos no deseados, enfermedades sexuales, VIH-Sida y es el condón femenino. Este dispositivo consiste en un tubo de plástico o poliuretano, delgado y flexible con dos anillos en los extremos, uno que está en el extremo cerrado del preservativo, y que se coloca en el interior de la vagina y el otro que está en el extremo abierto del preservativo y se coloca en el extremo exterior de la vagina. El extremo abierto se sujeta a los labios de la vulva por un reborde que tiene en su extremo.

El preservativo femenino contiene un lubricante en base a silicona, pero hay otro lubricante adicional que viene con el preservativo y que puede usarse si se desea (esto disminuye el ruido que hace durante la penetración). Este hecho de un material más resistente que el de los condones de los varones: poliuretano, 100% seguro ya que no se rompe fácilmente.

Una de las ventajas es que puede colocarse hasta 7 horas antes del coito por lo cual no interrumpen la actividad sexual. El uso mejora con la práctica. La posición ideal para colocarlo es parada con un pie sobre una silla, sentada con las piernas separadas o acostada boca arriba. El empaque grafica con claridad cómo colocarlo. Una vez que termina el coito debe oprimirse y retorcerse el anillo que lo sostiene para mantener dentro el semen.

No se reportan efectos secundarios por su uso. Su disponibilidad no es tan común como la del condón de los varones, lo cual hace que no sea fácil su acceso. Las ventajas del condón femenino es que no aprieta la piel del pene, es más fuerte, más duradero, menos sensible al calor y la humedad.

Tanto los hombres como las mujeres deben saber cómo utilizar el condón correctamente, ya sea el de varón o el femenino. Su uso inadecuado puede romperlos y la falta de práctica puede causar vergüenza y hasta perdida de erección en el varón, desmotivando su uso.

24 ene 2011

USAR CONDONES…ES ¿COMO COMER CARAMELOS CON PAPEL? (PARTE III)

Continuando con el tema de los condones, existen muchos errores de concepto respecto a su uso, fruto de tradiciones machistas o del desconocimiento sobre su uso y las ventajas que otorga.

Generalmente quien se opone al uso del condón dice que poseen baja resistencia a la fricción y que se rompen fácilmente, que disminuyen las sensibilidad del pene, que desmotivan la ejecución del acto sexual pues son poco eróticos, que hacen perder la concentración (como si el coito fuese un ejercicio de concentración ya atención y no una actividad relajante y de disfrute: sentir y no pensar) y que es equivalente a comerse un caramelo con papel. Pero ya hemos hablado de las ventajas de usar condón y tenemos argumentos sólidos y estrategias para convencer a la pareja que se niega a usarlos.

Así como el uso de preservativos es responsabilidad de la pareja, también los padres deben preparar a sus hijos para que asuman una posición firme sobre el uso del condón. Hablar de condones con los hijos no incita al ejercicio de la función sexual, es solo un elemento que puede permitir el disfrute de la genitalidad disminuyendo el riesgo de infección y embarazos no deseados. Tampoco es la “alternativa” frente al sida y las enfermedades sexuales o embarazos no deseados, lo cual no niega su importancia ni la necesidad de hablar sobre su uso adecuado. La alternativa real de prevención de embarazos no deseados es la sexualidad responsable (nadie se embaraza del viento) y también en las enfermedades sexuales el comportamiento del individuo es quien permite la entrada al organismo de un virus que no es inteligente y que no piensa.

Los obstáculos principales pera el uso del condón, además del poco conocimiento acerca de su uso (un condón se rompe, la mayoría de las veces, por mala utilización, por eso se recomienda leer las instrucciones de los empaques) es la escases de medios económicos para adquirirlos. Es al Estado a quien corresponde promover y distribuir los preservativos, con mensajes claros y haciéndolos accesibles a todos para prevenir las consecuencias negativas, esto es asumir una sexualidad responsable.