24 ene 2011

USAR CONDONES…ES ¿COMO COMER CARAMELOS CON PAPEL? (PARTE III)

Continuando con el tema de los condones, existen muchos errores de concepto respecto a su uso, fruto de tradiciones machistas o del desconocimiento sobre su uso y las ventajas que otorga.

Generalmente quien se opone al uso del condón dice que poseen baja resistencia a la fricción y que se rompen fácilmente, que disminuyen las sensibilidad del pene, que desmotivan la ejecución del acto sexual pues son poco eróticos, que hacen perder la concentración (como si el coito fuese un ejercicio de concentración ya atención y no una actividad relajante y de disfrute: sentir y no pensar) y que es equivalente a comerse un caramelo con papel. Pero ya hemos hablado de las ventajas de usar condón y tenemos argumentos sólidos y estrategias para convencer a la pareja que se niega a usarlos.

Así como el uso de preservativos es responsabilidad de la pareja, también los padres deben preparar a sus hijos para que asuman una posición firme sobre el uso del condón. Hablar de condones con los hijos no incita al ejercicio de la función sexual, es solo un elemento que puede permitir el disfrute de la genitalidad disminuyendo el riesgo de infección y embarazos no deseados. Tampoco es la “alternativa” frente al sida y las enfermedades sexuales o embarazos no deseados, lo cual no niega su importancia ni la necesidad de hablar sobre su uso adecuado. La alternativa real de prevención de embarazos no deseados es la sexualidad responsable (nadie se embaraza del viento) y también en las enfermedades sexuales el comportamiento del individuo es quien permite la entrada al organismo de un virus que no es inteligente y que no piensa.

Los obstáculos principales pera el uso del condón, además del poco conocimiento acerca de su uso (un condón se rompe, la mayoría de las veces, por mala utilización, por eso se recomienda leer las instrucciones de los empaques) es la escases de medios económicos para adquirirlos. Es al Estado a quien corresponde promover y distribuir los preservativos, con mensajes claros y haciéndolos accesibles a todos para prevenir las consecuencias negativas, esto es asumir una sexualidad responsable.