21 oct 2013

CUESTION DE PIEL

Ella se acuesta boca abajo desnuda, él sentado sobre sus piernas desliza sus manos suavemente tocando toda su piel. Con la yema de los dedos y la palma de la mano presiona y frota en forma delicada y lenta sus hombros, cuello, brazos; baja por la espalda recorriendo todos los pliegues de su cuerpo hasta llegar a los pies, donde se detiene y sin perder el contacto con su piel le susurra en voz baja que se de vuelta...

Parece el inicio de una novela erótica pero no lo es, se trata de una técnica ancestral que permite expresar afecto a través del tacto cuando se acaricia la piel, del olfato cuando se percibe el olor del cuerpo mezclado con los aceites esenciales; del oído cuando se susurran palabras de amor; del gusto cuando se utilizan los labios y la lengua y de la vista cuando las velas encendidas dibujan siluetas de luz y sombras.

El masaje erótico despierta el deseo preparando al organismo para el disfrute que vendrá y nos hace pasar del bienestar de acariciar y ser acariciado a la sensualidad de aprender a dar y recibir. Su objetivo no debe ser el preludio de un coito ni el orgasmo en sí mismo sino estrechar lazos de intimidad y confianza, envueltos en el placer de una relación sexual más profunda.

Acariciar es un arte que mejora con la práctica. El masaje de dos seres que preparan al organismo para iniciar la primera fase del ciclo sexual: la excitación, generando el deseo no sólo físico, también afectivo.

Se pueden incorporar diversos elementos a esta actividad: plumas, aceites de sabores variados, guantes masajeadores, almohadillas de gel térmico, cera derretida, cremas hidratantes e incluso algunos dulces y frutas. Es a través de esta técnica que se pueden descubrir zonas erógenas no exploradas ni siquiera por quien recibe el masaje. Se pierde la verguenza y la culpa cuando se percibe el masaje como una parte importante, aunque no necesariamente permanente, del encuentro sexual pleno.

La práctica del masaje erótico ayuda a despertar el deseo sexual preparando y sensibilizando nuestro cuerpo para sentir y no pensar, facilita el orgasmo y mejora la vida sexual de la pareja. El tiempo que toma realizarse no es nada comparado con el placer compartido que se siente al explorar el cuerpo de la pareja y ser explorado por ella.


Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo

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Cel. 955885337