Las prácticas sexuales extremas, o no convencionales, son una realidad, independientemente que se esté o no de acuerdo con ellas, no podemos negar o ignorar su existencia.
El swinging es otra de las variantes de la conducta sexual humana, aunque para algunos es un estilo de vida, implica una variedad amplia de comportamientos sexuales que es practicada por una pareja liberal, sin prejuicios, sin tabúes, generalmente estable, casada o soltera, heterosexual y que puede involucrar a tres o más personas. El “swinging” incluye el intercambio de pareja, por eso tiende a confundirse con el Wife Swapping que es el intercambio de parejas entre dos o más parejas.
El comportamiento sexual entre los swingers puede incluir: caricias, observación, masturbación, contacto oral, coito (con un tercero además de su pareja), coito de la pareja mientras es observado por un tercero.
Los swingers actúan con libertad, sin presiones y sus decisiones y elecciones deben ser concertadas y autónomas. Por lo general no implican sentimientos sino la práctica sexual liberal, que no exija compromiso sino pasarla bien y vivir nuevas experiencias. El nivel sociocultural de los swinger es generalmente elevado: profesionales, estudiantes, políticos, de buena situación económica.
Existen clubes y asociaciones de swingers, ampliamente desarrolladas en países europeos y americanos (USA, México, Argentina, Brasil) que ofrecen tácticas y consejos para los que quieren practicarlo, desde definir límites hasta la forma de convencer a la pareja en forma convincente para que acepte dicha práctica. También se han desarrollado manuales de reglas y de “etiqueta” para sus miembros e incluso normas de protección de infecciones de transmisión sexual, dado el riesgo alto que implica su práctica. Los contactos para ubicar personas que practiquen el swinging se inician generalmente por Internet, avisos, invitaciones, de allí el riesgo de contactar personas inescrupulosas y que actúen de mala fe.
Las reuniones se pueden realizar en clubes privados, en locales cercanos o en una habitación. No se aceptan drogas, ni orgías, ni alcohol en exceso. Exigen el uso de preservativos. Hay muchas dinámicas lúdicas para perder la vergüenza e integrar rápidamente a las personas.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
http://sexologosonline.blogspot.com.
El swinging es otra de las variantes de la conducta sexual humana, aunque para algunos es un estilo de vida, implica una variedad amplia de comportamientos sexuales que es practicada por una pareja liberal, sin prejuicios, sin tabúes, generalmente estable, casada o soltera, heterosexual y que puede involucrar a tres o más personas. El “swinging” incluye el intercambio de pareja, por eso tiende a confundirse con el Wife Swapping que es el intercambio de parejas entre dos o más parejas.
El comportamiento sexual entre los swingers puede incluir: caricias, observación, masturbación, contacto oral, coito (con un tercero además de su pareja), coito de la pareja mientras es observado por un tercero.
Los swingers actúan con libertad, sin presiones y sus decisiones y elecciones deben ser concertadas y autónomas. Por lo general no implican sentimientos sino la práctica sexual liberal, que no exija compromiso sino pasarla bien y vivir nuevas experiencias. El nivel sociocultural de los swinger es generalmente elevado: profesionales, estudiantes, políticos, de buena situación económica.
Existen clubes y asociaciones de swingers, ampliamente desarrolladas en países europeos y americanos (USA, México, Argentina, Brasil) que ofrecen tácticas y consejos para los que quieren practicarlo, desde definir límites hasta la forma de convencer a la pareja en forma convincente para que acepte dicha práctica. También se han desarrollado manuales de reglas y de “etiqueta” para sus miembros e incluso normas de protección de infecciones de transmisión sexual, dado el riesgo alto que implica su práctica. Los contactos para ubicar personas que practiquen el swinging se inician generalmente por Internet, avisos, invitaciones, de allí el riesgo de contactar personas inescrupulosas y que actúen de mala fe.
Las reuniones se pueden realizar en clubes privados, en locales cercanos o en una habitación. No se aceptan drogas, ni orgías, ni alcohol en exceso. Exigen el uso de preservativos. Hay muchas dinámicas lúdicas para perder la vergüenza e integrar rápidamente a las personas.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
http://sexologosonline.blogspot.com.