CONSUMO DE VIAGRA EN
ADOLESCENTES: PROBLEMA DE TODOS
Viagra (sildenafil) es un potente vasodilatador que tiene el efecto de
inducir relajación muscular a nivel de pene y de otros órganos del cuerpo
humano, que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y por tanto facilita la
erección.
Este medicamento está orientado a personas que padecen de disfunción eréctil
y es sumamente efectivo, sin embargo, se observa con gran preocupación, que
está siendo utilizado por jóvenes menores de 25 años y adolescentes, que no tienen
disfunción eréctil, como un estimulante sexual que según ellos potencializa su
desempeño sexual.
Las fallas en la erección son fuente de preocupación para algunos
jóvenes, pero por lo general, se trata
más de problemas psicológicos, socioculturales (a más relaciones
sexuales mayor prestigio y aceptación), mediáticos (promoción de
comportamientos sexuales maratónicos y de alto rendimiento) y de presión de grupo
de amigos, que de disfunción eréctil en
sí.
El consumo de Viagra en adolescentes es significativamente
alto en muchos países como Argentina, donde tres de cada diez consumidores son
menores de 21 años. En otros países, incluido Perú, se sabe que los
adolescentes consumen sildenafil, pero
no se conocen las cifras exactas. Generalmente
las ventas se incrementan las ventas los fines de semana, cuando jóvenes y
adolescentes salen a “ligar” y entablan
relaciones eventuales, de una noche, con desconocidas y con múltiples
parejas.
¿Por qué razón los adolescentes
consumen Viagra o sus genéricos? Ante
una sociedad sexualmente competitiva, los adolescentes temen no rendir lo
suficiente en un encuentro sexual, su consumo les da la seguridad que necesitan
para vencer las inhibiciones que les dificultan entablar relaciones con el sexo opuesto, más aun si es
la primera vez que tendrán relaciones sexuales.
Uno de los mitos de Viagra es que
incrementa las sensaciones de placer y que los orgasmos se vuelven más intensos,
es un vasodilatador que facilita la erección, pero para lograr sus efectos tiene que existir deseo sexual. Viagra se convierte así en una especie placebo,
que hace que los jóvenes se sugestionen y reporten altas intensidades de placer
y rendimiento sexual, pero lo más probable es que sin consumirlo puedan
disfrutar las mismas o mejores sensaciones.
Entre los efectos negativos del consumo de Sildenafil en adolescentes,
aparte de los riesgos que implica para la salud por su uso inadecuado (combinado
con alcohol o drogas puede tener efectos devastadores en estos jóvenes), figura la dependencia psicológica y la
dificultad para dejarlo cuando desean ya que es el bastón que les da la
seguridad que necesitan para funcionar sexualmente.
El consumo de Viagra en
adolescentes va en incremento y se hace necesario y urgente conocer los índices
de venta a menores de edad, así como fomentar la comunicación y educación de padres
e hijos respecto a estos temas. ¿A quién
le corresponde tomar medidas al respecto? Debería involucrarse al Estado, ESALUD,
el Ministerio de Educación ya que es un problema de salud sexual y de educación
para la sexualidad. Muchos adolescentes pueden llegar a desarrollar
disfunciones sexuales de tipo psicológico, por consumir dicho producto en forma
indiscriminada.
La satisfacción y el placer
sexual se logran a través de una respuesta sexual relajada, centrada en el
disfrute de las sensaciones individuales.
No es la cantidad de veces que se tengan relaciones sexuales ni su
duración lo que importa sino la calidad de las mismas y la responsabilidad
involucrada. Viagra es efectivo para personas con disfunciones sexuales, es
innegable, pero puede ser altamente perjudicial para los adolescentes que lo
utilizan como un estimulante sexual.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
Centro de Evaluación y Terapia Skinner
twitter: @pedrondonavas