30 jul 2012


A CALZON QUITAO
La semana pasada coincidí en la radio con Fabiola Arteaga en un programa sobre “¿quién es más infiel, el hombre o la mujer?” los conductores, Jesús y César, inteligentes y oportunos en sus comentarios, ¿Fabiola? En su salsa, chispeante y acertada hizo lo que sabe hacer: hablar a calzón quitao y en forma irreverente sobre sexualidad y sus mitos.  No estuvimos de acuerdo en todo pero vale ya que era un programa de opinión y en dicha emisora se toman muy en serio su eslogan “…donde tu opinión importa”. Las llamadas fueron incesantes y la combinación de ciencia (sexología) y arte (teatro) fue muy estimulante para el público.  Así es como debe hablarse de sexo, en forma clara, educando e informando, no censurando ni atemorizando.
Al día siguiente fui a ver el monólogo de Fabiola: “A Calzón Quitao” y quedé gratamente impresionado.  Fabiola ofrece una serie de tips para descubrir si un hombre es infiel, cómo superar la infidelidad, cómo quemar etapas y con gran sentido del humor ayuda a las personas que han pasado o están pasando por dicho trance.  Es una terapia de liberación donde se abordan temas de pareja con naturalidad y sentido del humor.
La infidelidad nunca pasa de moda y, como le decía a Fabiola, sí existen los hombres fieles, lo que pasa es que son pocos y siempre se habla más de infidelidad que de fidelidad. ¿Por qué un hombre es fiel? Por el temor a perder a su pareja, por el compromiso que hizo y desea mantener con su pareja, sobre todo cuando están satisfechas sus necesidades emocionales, intelectuales, sociales,  sexuales y familiares con su actual pareja.  Cuando una persona siente que sus expectativas de pareja se están cumpliendo, ¿para qué va a ponerse a inventar?.
Se estima que un 75% de las personas, independientemente del sexo, ha tenido por lo menos una experiencia con una extra pareja y muchas de las causas obedecen a que algo anda mal en la cama.  Si las personas hablaran de las preferencias, anhelos y expectativas relacionadas con su sexualidad, sería más fácil superar muchas de las posibles causas que hacen que se busque fuera lo que no se tiene en casa.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo

twitter: @pedrondonavas




9 jul 2012


MITOS DEL SEXO ORAL (II)
Mito: causa eyaculación rápida (precoz). En ocasiones se ha asociado con la eyaculación rápida. Hay  personas que se excitan rápidamente y llegan al orgasmo a través de este método sin poder controlarse, ésta no es la norma; también hay quienes jamás logran eyacular a través del sexo oral pero para muchos es parte importante de la fase de excitación del ciclo sexual.  Hay mujeres que alcanzan el orgasmo bajo esta modalidad y temen no poder proseguir con la actividad sexual completa.  Inhiben su respuesta sexual en vez de disfrutarla pero por otros motivos.
Mito: no se aprende.  Existen habilidades que pueden desarrollarse durante la práctica del sexo oral: no fijarse en un mismo lugar durante mucho tiempo, prestar atención a las reacciones de la pareja ante los estímulos producidos por su lengua, darse tiempo para ello, juguetear, explorar, descubrir y sobre todo darse el permiso para sentir y no pensar.
Mito: es causa de infecciones de transmisión sexual.  Cualquier relación sexual sin protección y con desconocidos implica riesgo de infección sexual; a mayor promiscuidad y ejercicio de la sexualidad no responsable hay más posibilidades de contagio.  El sexo oral tiene riesgo de infección si hay heridas sangrantes, llagas, VIH o infecciones en la boca o si se tragan los fluidos corporales. 
Mito: solo lo disfruta quien lo recibe. Recibir sexo oral es tan placentero como darlo.  Cada quien es responsable de su orgasmo, es cierto, pero también es cierto que produce placer ver como la pareja se excita en los “previos” gracias a los toques y caricias producidos por nuestras manos y lengua. Observar y sentir las reacciones de nuestra pareja ante el sexo oral es altamente gratificante.  La atracción física y los hábitos de higiene deben estar presentes.
Mito: es malo, feo y cochino.  Es muy común escuchar a mujeres que afirman que “eso” no entra en su boca o que les da asco y nauseas.  Es una postura de poca apertura a explorar la sexualidad humana. El hombre está más dispuesto a estimular a su pareja oralmente, la retribución es justa.  El sexo oral es altamente placentero, no es malo ni es pecado pero no debe ser obligado sino aceptado por los dos miembros de la pareja.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo

twitter: @pedrondonavas