Disfrutar y mantener una vida sexual activa, sin importar la edad, es lo que se espera de una persona sana. La sexualidad termina con la muerte y no es un mito pero tenemos que estar preparados para los cambios que aparecerán con los años ¿cómo lograrlo? Existen varias formas, una de ellas es la actitud que tengamos frente a la sexualidad, la cual debemos asumir con mente abierta, sin estrés, sin miedo a fracasar y si una vez no funcionamos no pasa nada, la próxima será mejor, a todos nos pasa alguna vez. Debemos disfrutar y para ello tenemos que preparar el ambiente, relajarnos, buscar el momento apropiado y el lugar apropiado.
Otra de las formas de preparación es la gimnasia sexual. Primero que nada debemos identificar nuestros músculos pubo coccígeos para luego poder ejercitarlos. Si tonificamos estos músculos podemos lograr erecciones más duras y prolongadas, además de prevenir problemas de próstata y de incontinencia urinaria. Para ello basta con cortar el flujo de la orina mientras estamos orinando, una y otra vez, con ello nos daremos cuenta de qué músculos apretamos al cerrar el chorro de orina; posteriormente se puede practicar el ejercicio sin necesidad de estar orinando, ya sea mientras manejamos o estamos sentados en cualquier lugar. Para comprobar si estamos en lo correcto, cuando tenga una erección apriete sus músculos y verá movimientos ascendentes y descendentes en el pene.
Y la tercera y muy importante que es mantener una vida saludable, estar en actividad, alimentarse sanamente, realizar ejercicios regularmente así como no fumar ni beber en exceso. Estudios recientes realizados en Estados Unidos indican que la actividad sexual frecuente disminuye las posibilidades de sufrir ataques al corazón en los hombres. Esta investigación fue realizada durante un periodo de 16 años en 1000 hombres entre los 40 y 70 años. La frecuencia sexual de las personas objetos de estudio, era de por lo menos dos veces por semana y la mitad de estas personas tuvo menos riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas que las personas que eran sexualmente menos activas y que tenían relaciones menos de una vez por semana.
Ejercer la función sexual ayuda a conservar la salud, mejora el sueño, reduce el stress, mejora el estado de ánimo, quema calorías (es como subir una escalera de dos pisos), reduce las posibilidades de padecer de la próstata, irriga los vasos sanguíneos, reduce las posibilidades de ataques cardiacos. Así que sea un hombre proactivo y prepárese para su futuro sexual.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
http://www.sexologicas.com/
Otra de las formas de preparación es la gimnasia sexual. Primero que nada debemos identificar nuestros músculos pubo coccígeos para luego poder ejercitarlos. Si tonificamos estos músculos podemos lograr erecciones más duras y prolongadas, además de prevenir problemas de próstata y de incontinencia urinaria. Para ello basta con cortar el flujo de la orina mientras estamos orinando, una y otra vez, con ello nos daremos cuenta de qué músculos apretamos al cerrar el chorro de orina; posteriormente se puede practicar el ejercicio sin necesidad de estar orinando, ya sea mientras manejamos o estamos sentados en cualquier lugar. Para comprobar si estamos en lo correcto, cuando tenga una erección apriete sus músculos y verá movimientos ascendentes y descendentes en el pene.
Y la tercera y muy importante que es mantener una vida saludable, estar en actividad, alimentarse sanamente, realizar ejercicios regularmente así como no fumar ni beber en exceso. Estudios recientes realizados en Estados Unidos indican que la actividad sexual frecuente disminuye las posibilidades de sufrir ataques al corazón en los hombres. Esta investigación fue realizada durante un periodo de 16 años en 1000 hombres entre los 40 y 70 años. La frecuencia sexual de las personas objetos de estudio, era de por lo menos dos veces por semana y la mitad de estas personas tuvo menos riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas que las personas que eran sexualmente menos activas y que tenían relaciones menos de una vez por semana.
Ejercer la función sexual ayuda a conservar la salud, mejora el sueño, reduce el stress, mejora el estado de ánimo, quema calorías (es como subir una escalera de dos pisos), reduce las posibilidades de padecer de la próstata, irriga los vasos sanguíneos, reduce las posibilidades de ataques cardiacos. Así que sea un hombre proactivo y prepárese para su futuro sexual.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
pedrondonavas@gmail.com
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