8 sept 2010

Disfunción Eréctil

En ocasiones a los varones se nos dificulta lograr y mantener la erección, esta situación puede ser ocasional y decimos: “es normal, a todos nos pasa” pero si se vuelve recurrente y no es un hecho aislado entonces podemos hablar de defunción eréctil.
¿Las causas? Pueden ser muchas, orgánicas: problemas hormonales, lesiones neurológicas, vasculares, efectos secundarios de medicamentos o psicológicas: ansiedad, estrés, discordia marital, depresión, falta de deseo por la pareja.
En nuestro medio la virilidad es sinónimo de erección y cuando la persona afectada ve disminuir sus capacidades disminuye su autoimagen. El miedo a “fallar” se vuelve una amenaza perenne.
¿Qu’e hace una persona cuando tiene este inconveniente? Ignora o niega la condición retrasando el tratamiento, evita las relaciones sexuales, se siente mal, avergonzado, frustrado, o culpa a su pareja por no estimularlo lo suficiente.
El rol de la mujer es de gran ayuda en los tratamientos de la disfunción eréctil (aunque a veces también puede ser causa y cómplice de la situación) su participación activa depende de cada caso en particular. Por lo general la pareja se asusta, empiezan las dudas ; ¿tendrá otra?, ¿ no lo atraigo lo suficiente?. O si la pareja es muy agresiva y exigente el varón se sentirá inseguro al encontrar una mujer que exige placer y sabe lo que quiere, sintiéndose amenazado y pensando que tiene que “estar a la altura en la cama” generándose mas ansiedad.
El pronóstico es positivo: se puede ayudar al hombre que la padece a lograr erecciones con los tratamientos existentes en casi todos los casos. Hay terapias sexuales, hormonales, medicamentos orales e inyectables, vacuo terapia y prótesis peneanas.
Hay que vencer los mitos: El ser hombre no se relaciona con la erección, el hombre si puede fallar, el hombre no siempre está listo para una buena erección como si al encender un interruptor esta se debe producir automáticamente y los problemas de erección no se tratan con pomadas o cremas
Si Ud. Está preocupado por su función sexual debe buscar ayuda. Lo que más dificulta una vida sexual satisfactoria es la desinformación y la duda.