La sexualidad tiene diversas manifestaciones y hay una corriente poco conocida pero que no por ello deja de ser importante, es una variante de la respuesta sexual humana llamada BDSM: comportamiento sexual con practicas extremas convencionales.
No es una patologia sexual aunque es facil traspasar los limites y puede llegar a convertirse en una patologia de la funcion sexual. El nombre proviene de las palabras: Bondage (implica el uso de cuerdas, collares o ataduras con connotacion sexual) – Dominio – Sumision – Masoquismo.
El BDSM tiene acuerdos o lineamientos claros:
Debe haber consenso y aceptacion de las actividades que se practican, si una persona no desea realizar determinada actividad la otra parte no debe obligarla.
La pareja debe elegir la actividad sexual que realizara previo acuerdo antes del encuentro sexual.
Cualquiera de los miembros de la pareja puede decidir terminar en el momento que decida con esta practica. Para ello se recomienda la utilizacion de palabras clave, que sean cortas y que puedan parar la accion rapidamente.
Esta practica puede ser incluida como una variante en un encuentro sexual convencional.
Los miembros de la pareja deben conocer los riesgos que implica la actividad a realizar y deben poner limites claros y definidos.
Los roles son intercambiables voluntariamente, en ocasiones un miembro de la pareja puede ser activo (dominante) y el otro pasivo (sumiso) y visceversa.
La intensidad de la actividad no debe producir sufrimiento a ninguno de los miembros de la pareja, a pesar de que el dolor puede estar presente deben fijarse condiciones de seguridad para ambos miembros de la pareja.
Se recomienda no utilizar alcohol ni drogas en estas practicas pues estas disminuyen los umbrales de dolor y es facil realizar comportamientos de alto riesgo con consecuencias peligrosas.
No debe implicar maltrato ni violencia sexual. Las practicas extremas pueden incluir latigos, collares de sumision, fetichismo, ataduras, humillacion, castigos, aplastamiento, etc., y es mas comun de lo que se cree, sobre todo en Europa y Norteamerica donde se considera como una sub cultura sexual con muchos adeptos y existen clubs y asociaciones donde se realizan encuentros de personas que eligen esta opcion como una variante de su sexualidad.
No es una patologia sexual aunque es facil traspasar los limites y puede llegar a convertirse en una patologia de la funcion sexual. El nombre proviene de las palabras: Bondage (implica el uso de cuerdas, collares o ataduras con connotacion sexual) – Dominio – Sumision – Masoquismo.
El BDSM tiene acuerdos o lineamientos claros:
Debe haber consenso y aceptacion de las actividades que se practican, si una persona no desea realizar determinada actividad la otra parte no debe obligarla.
La pareja debe elegir la actividad sexual que realizara previo acuerdo antes del encuentro sexual.
Cualquiera de los miembros de la pareja puede decidir terminar en el momento que decida con esta practica. Para ello se recomienda la utilizacion de palabras clave, que sean cortas y que puedan parar la accion rapidamente.
Esta practica puede ser incluida como una variante en un encuentro sexual convencional.
Los miembros de la pareja deben conocer los riesgos que implica la actividad a realizar y deben poner limites claros y definidos.
Los roles son intercambiables voluntariamente, en ocasiones un miembro de la pareja puede ser activo (dominante) y el otro pasivo (sumiso) y visceversa.
La intensidad de la actividad no debe producir sufrimiento a ninguno de los miembros de la pareja, a pesar de que el dolor puede estar presente deben fijarse condiciones de seguridad para ambos miembros de la pareja.
Se recomienda no utilizar alcohol ni drogas en estas practicas pues estas disminuyen los umbrales de dolor y es facil realizar comportamientos de alto riesgo con consecuencias peligrosas.
No debe implicar maltrato ni violencia sexual. Las practicas extremas pueden incluir latigos, collares de sumision, fetichismo, ataduras, humillacion, castigos, aplastamiento, etc., y es mas comun de lo que se cree, sobre todo en Europa y Norteamerica donde se considera como una sub cultura sexual con muchos adeptos y existen clubs y asociaciones donde se realizan encuentros de personas que eligen esta opcion como una variante de su sexualidad.
