VARON, 23 AÑOS “Y SEGURAMENTE NO VOY A PODER…”
Varón, 23 años. Motivo de consulta: “…me siento muy nervioso,
voy a tener relaciones por primera vez con mi enamorada…no sé qué me pasa, no
quiero quedar mal, no quisiera defraudarla… ¿y si no le gusta?... Dr. no quiero quedar mal…. ¿qué puedo hacer?” No es su
primera experiencia sexual y probablemente cantidad de hombres han pasado por
situaciones similares, muchos han superado el impase y han continuado con una
vida sexual placentera y operativa pero también hay muchos que se han quedado
fijados en esa experiencia sin saber cómo salir adelante.
La ansiedad que produce un
encuentro sexual con una persona nueva, de la cual no se conocen detalles de su
sexualidad, sus gustos, sus expectativas, es una situación bastante común,
sobre todo cuando sabemos poco de sexualidad porque nadie, absolutamente nadie,
nos habló seriamente de qué sucede en un encuentro sexual, porque se supone que se trata de un acto
natural que debe fluir por sí mismo y que no necesita de entrenamiento alguno
sino de pura espontaneidad, así que no tiene por qué hablarse del tema. Por otro lado las presiones sociales, la
publicidad, las películas, los comentarios de amigos sobre sus proezas sexuales
y las exigencias de las mujeres en el plano sexual generan altísima presión y
hacen que muchos sientan que deben darlo todo para quedar bien en la cama y si no
logran una erección 100% consistente y que su pareja alcance por lo menos un
orgasmo de alta intensidad, serán condenados al fracaso, serán objeto de burlas
y comentarios sobre su “dudosa masculinidad y sobre su pobre desempeño sexual”.
Así un encuentro sexual que
debería disfrutarse a plenitud se convierte en una situación estresante y
desagradable. ¿qué podemos hacer en
estos casos?: aceptar que las situaciones desconocidas causan estrés pero que
podemos relajarnos y disfrutarlas; tratar de entablar un diálogo sincero,
expresando y escuchando deseos, sentimientos y expectativas, lo que a ambos nos
gusta y disgusta; es muy probable que descubramos que tenemos las mismas
preocupaciones, solo que ella podrá realizar el coito aunque no lo disfrute,
mientras que para nosotros será imposible la erección porque estamos pensando en nuestro pene y en nuestro
desempeño, en vez de sentir el
placer del encuentro sexual.
Pedro Rondón Navas
Psicólogo- Sexólogo
twitter: @pedrondonavas