23 ene 2012

Desarrollando las habilidades sexuales

Pedro Rondón Navas (*)
La sexualidad entendida como un conjunto de características biológicas, psicológicas y sociales, pertenecientes al sexo (hombre o mujer) y su función, requiere de un proceso de aprendizaje. Nuestro organismo está preparado para realizar diferentes actividades sexuales con la finalidad de obtener placer y disfrutar solo o en compañía de la sexualidad.
Este aprendizaje no se da en las escuelas ni universidades, aprendemos por ensayo y error, otras veces por imitación, por lo que vemos en películas, Internet, revistas o por lo que nos cuentan los amigos o nos enseña nuestra pareja, que aprendió igual que nosotros, a golpes y tanteos.

Muchos de los conocimientos que adquirimos sobre sexualidad derivan de conceptos erróneos y exageraciones que se ven en las películas pornográficas, donde los hombres son exageradamente bien dotados, los orgasmos no terminan nunca y el coito tampoco, o los amigos que nos dicen que tuvieron relaciones “toda la noche” terminaban y empezaban otra vez, sin periodo refractario que valga.

¿Quién puede decir que acudió a un instituto donde le enseñaron desde cómo abordar y cortejar a una pareja, cómo seducirla, estimularla, cómo prepararse para dar y recibir placer? Creo que en nuestro medio muy pocas personas. En algunos países existen instructorías sexuales dirigidas por profesionales especializados y terapeutas, donde se enseña en forma sistemática ideas, conocimientos y habilidades relacionadas con el sexo y su función a personas con dificultades de relación, disfunciones o quien desea iniciarse sexualmente.

Las habilidades y destrezas para realizar la función sexual debemos adquirirlas aplicando nuestra lógica y sentido común. ¿El método de estimulación? Nuestros sentidos, que provocarán una respuesta sexual satisfactoria y placentera si sabemos utilizarlos en forma apropiada. Debemos tener la mente abierta para dar y recibir placer utilizando las fantasías, la memoria, el tacto, el gusto, el olfato, el oído, el diálogo, lecturas serias relacionadas con sexualidad y proporcionarnos el espacio y el tiempo para aprovechar al máximo ese disfrute.

Debemos derribar mitos, eliminar tabúes, sentimientos de culpa, ansiedades y temores. Es necesario sentir y no pensar. Todo está en nosotros y en la forma en la cual enfrentamos nuestros miedos. La sexualidad debe ser vivida como algo grato y placentero y no permitamos que nadie lo dañe.

(*) Psicólogo- Sexólogo

pedrondonavas@gmail.com

http://sexologosonline.blogspot.com