19 oct 2010

¡ USTED SEÑOR, NO ES RESPONSABLE DEL ORGASMO DE SU PAREJA ¡

En tiempos pasados la relación sexual era muchas veces un deber impuesto para los miembros de la pareja. La mujer tenia la obligación de tener relaciones sexuales estuviera o no dispuesta, cansada o estresada. A su vez el varón tenía que cumplir con lo que le tocaba: una cuota mínima de dos veces por semana tuviera ganas o no. El “deber ser” (la norma) era mantener a la mujer tranquila y sin pensar que su pareja le era infiel.

Actualmente, con el acceso fácil a los medios, las personas pueden obtener información (distorsionada o no) sobre sexualidad. La mujer actual es más exigente en la cama y el hombre debe responder con habilidades – en las que muy difícilmente ha sido entrenado - para satisfacerla. Se espera que el varón este a la altura y haga lo que tiene que hacer para que ella alcance el orgasmo.

El se desespera, habla con sus “súper amigos” (que se las saben todas y que casualmente son superdotados) mira películas pornográficas indiscriminadamente, lee revistas y se confunde más porque encuentra que los actores tienen erecciones eternas, penes enormes que estremecen a las mujeres en orgasmos de nunca acabar y al ver que no puede lograr estas hazañas recurre a las pastillas “mágicas” pero tampoco logra alcanzar las expectativas esperadas: hacer llegar a su pareja a un orgasmo “de película” y tener erecciones de 1 hora 45 minutos. Ella lo increpa y le dice que por culpa suya no alcanza el orgasmo, él empieza a fallar o se resigna a asumir que no es lo suficientemente hombre como para satisfacer a su pareja todas las veces.


¿Le suena familiar esta escena? No le voy a decir que no se preocupe porque evidentemente hay un problema pero, la responsable de su orgasmo es ella, no usted, sin embargo son pareja y usted seguramente quiere lo mejor para ella, hay que solucionarlo conjuntamente. Puede ser que ella sufra de una patología a nivel de respuesta sexual llamada disfunción orgásmica. En ese caso hay que encontrar las causas y buscar el tratamiento apropiado con profesionales especializados.